Una actividad aprentemente complicada, pero en realidad muy sencilla, es la creación de redes modulares.
Lo primero es diseñar un módulo o unidad básica, la que posteriormente repetiremos una y otra vez. El módulo se puede crear a partir de cualquier forma, aunque los polígonos regulares como el triángulo equilátero, el cuadrado y el Hexágono, son las figuras geométricas que permiten aprovechar el espacio sin dejar ningún hueco.
Después, realizamos una división interna de la forma elegida, en este caso un cuadrado.
Ya tenemos nuestro módulo, ahora tenemos que decidir de qué manera o con qué criterio vamos a repetirlo. Hay infinitas posibilidades.
Aplicando una sencilla traslación al módulo, o alternándolo con su simétrico o girándolo, tendremos soluciones como las que siguen. Son trabajos realizados por alumnos de 3º de ESO.
wai
ResponderEliminarMuy buen trabajo. Felicitaciones!
ResponderEliminarMuy buen trabajo. Felicitaciones!
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